lunes, 25 de mayo de 2015

Importancia del diagnóstico mediante la CIF en el desempeño del Fisioterapeuta

Antecedentes:

La CIF (Clasificación Internacional de la Funcionalidad, de la Discapacidad y de la Salud) se creó en 2001, producto del consenso de 191 países, con la finalidad de sustituir a la CIDDM siendo aprobada en la 54ta Asamblea Mundial de la Salud. Esta consiste en clasificar el estado de salud de las personas partiendo de la premisa que todos tenemos algún factor ya sea intrínseco o extrínseco que afecta a nuestra salud.

Su función es ser base para desarrollar un diagnóstico fisioterapéutico que esté reconocido internacionalmente siendo que este es complejo, y debe ser reflexivo  y sistemático.

La fisioterapia se define según la OMS como “el arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad ( agentes físicos). Además la Fisioterapia incluye la ejecución de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación y fuerza muscular, pruebas para determinar las capacidades funcionales, la amplitud de movimiento articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución”.

Por otra parte, la Confederación Mundial por la Fisioterapia (WCPT) en 1967 define a la Fisioterapia desde dos puntos de vista:

Desde el aspecto relacional o externo, como “uno de los pilares básicos de la terapéutica, de los que dispone la Medicina para curar, prevenir y readaptar a los pacientes; estos pilares están constituidos por la Farmacología, la Cirugía, la Psicoterapia y la Fisioterapia”

Desde el aspecto sustancial o interno, como “Arte y Ciencia del Tratamiento Físico, es decir, el conjunto de técnicas que mediante la aplicación de agentes físicos curan, previenen, recuperan y readaptar a los pacientes susceptibles de recibir tratamiento físico.

Por tanto la Fisioterapia es una disciplina que se encuentra incluida en la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias.

Importancia del diagnóstico mediante la CIF en el desempeño del Fisioterapeuta

La práctica fisioterapéutica incluye 5 elementos esenciales del manejo del paciente (Examen físico, evaluación, diagnóstico, pronóstico, incluyendo el plan de tratamiento y la intervención) los cuales deben incorporar los modelos de discapacidad
(Guía de la APTA, 1995)

El fin del fisioterapeuta es trabajar de manera profesional con individuos y grupos partiendo de una evaluación integral, destinada a establecer un diagnóstico fisioterapéutico como base de su intervención profesional. Este tiene como objetivo determinar las capacidades/ discapacidades, deficiencias funcionales resultantes de enfermedad, lesión, intervención quirúrgica u otras condiciones de salud.
Podemos definir el diagnóstico como un término que menciona las alteraciones del movimiento humano hacia las cuales el fisioterapeuta dirige el tratamiento. La disfunción es identificada por el terapeuta a través de la observación del movimiento, basándose en la información obtenida de la historia y evaluación clínica que el fisioterapeuta realiza.

La evaluación no puede ser confundida con la examinación ni esta con el diagnóstico ya que el primero es un síntesis de los hallazgos, el segundo son los hallazgos.

El diagnóstico responde a modelos de discapacidad que brindan las bases conceptuales para el manejo del paciente que tratara el fisioterapeuta. De modo que la importancia de la CIF radica en proveer el marco Teórico para e entendimiento del ejercicio o la práctica Fisioterapéutica, como el esquema de clasificación del cual parten los fisioterapeutas para realizar su diagnóstico.
Basándose en la interrelación entre enfermedad, deficiencia, limitación funcional y restricción de la participación

Para que un diagnóstico de Fisioterapia sea correcto, debe cumplir:

·       La clasificación del paciente en categorías clínicas
·       Aplicar de forma pertinente tests validados
·       Realizar una entrevista en la que se recojan las opiniones del paciente
·       Medir las deficiencias y las discapacidades y listarlas
·       Listar los objetivos
·       Escoger los actos de fisioterapia más adecuados
·       Establecer unos criterios de finalización del tratamiento

 El fisioterapeuta debe investigar parámetros concretos y visibles de la actividad funcional que, en general, pueden medirse y cuantificarse
La fisioterapia debe fijar unos criterios que permitan una conclusión del tratamiento. Un indicador solo hace referencia a un criterio, pero un criterio puede estar constituido por varios indicadores. Tanto los criterios de referencia como los criterios de mejoría deben según la OMS, perseguir la realización de una fisioterapia predictiva en cuanto a:

·       Seguridad: qué no debe hacer y qué debe ser capaz de hacer el paciente.
·       Eficacia: en el gesto, en las actividades de la vida diaria.
·       Utilidad: aumento de su radio de movilidad o alguna otra de sus capacidades.
·       Propiedad: adecuación a la discapacidad detectada. • Aceptabilidad.
·        Accesibilidad.
·       Satisfacción.

Como conclusión la CIF proporciona un lenguaje común a nivel internacional que ofrece la posibilidad de eslabonar información entre los distintos establecimientos en los que se ofrece la fisioterapia. Siendo útil en la descripción integral y coherente del estado de salud del paciente. Y en la correcta planificación sobre a intervención fisioterapéutica

Bibliografía

1.    Ferrer, R. La CIF el principio de un lenguaje común. Consultado Abril 28, 2015, en http://www.fisioenap.com
2.    Barrero Solís, C., & Manzano Ojeda, A. (2008, Diciembre 2). Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud (CIF): Revisión de sus aplicaciones en la Rehabilitación. Consultado Abril 28, 2015, en http://www.medigraphic.com/
3.    Gallego Izquierdo T. El método de intervención en Fisioterapia. En Gallego T. Bases teóricas y fundamentos de la Fisioterapia. Ed. Médica Panamericana, 2007. Pág. 179.

4.    Viel E., Diagnóstico fisioterápico. Ed. Masson. Barcelona 2001.

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